Metodología Lean
La metodología Lean se basa en el balance entre la eliminación de desperdicios y el aumento de la productividad. Para lograr esto, se propone una mejora constante de todas las facetas del proceso, respetando a los empleados y creando valor para el cliente con cada cambio de proceso.
Lean es un término que abarca varias técnicas de reducción de desperdicios, una de las cuales es Kanban.
A pesar de que se originó en el mundo de la manufactura Lean está siendo adoptada con éxito en sistemas no industriales basados en el conocimiento, para alcanzar resultados cuantificables y satisfactorios. Los objetivos de la metodología Lean son:
- Limitar el desperdicio
- Darle prioridad a las personas por encima de los procesos
- Hacer entregas rápidas y frecuentes
- Emplear la perspectiva del cliente en el diseño del producto
- Introducir mejoras en todas las áreas, no sólo en algunas
- Aprovechar todas las oportunidades para mejorar que se presenten.
El mejoramiento continuo o Kaizen, es uno de los principales aspectos de Lean. Mediante el involucramiento de cada empleado en la observación del proceso, la detección de fallas y desperdicios, y el análisis de estos junto con cualquier otro dato generado en el proceso, los cambios informados pueden aplicarse en todas las áreas.
En lugar de aceptar un proceso establecido permanentemente, la metodología Lean nos pide estar en busca de oportunidades para mejorar.